¿Qué es T'aiChi y Qigong?...
El T'aiChi es una disciplina curativa, de origen chino, que utiliza movimientos simplificados de las artes marciales con el fin de ejercitar de manera conjunta y eficaz distintas partes de nuestro cuerpo. Sus principios de entrenamiento se basan en la antigua filosofía del Yin y el Yang, además de los cinco elementos.
Su origen histórico se remonta a mediados del siglo XVII, provincia de Henan, cuando un general del ejército imperial, llamado Chen Wang Ting, se retira a la aldea de Chen Jia Gou y comienza el desarrollo del T'aiChi Chuan. Se piensa que Chen Wang Ting dedicaba parte de su tiempo tanto al estudio del taoísmo y de las artes marciales, así como a trabajar la tierra. Combinando la destreza de sus movimientos con la profundidad de las enseñanzas del Tao, fundó lo que se conoce actualmente como el arte del Chen T'aiChi o "puño de algodón".
Con la práctica del T'aiChi, la integración de la mente, el Qi ('Chi' o energía interna o suma de las funciones vitales en el organismo) y el cuerpo se logra con el fortalecimiento y desarrollo de la energía interior a través de la respiración, postura e intención en cada uno de sus movimientos. Junto a una respiración profunda y consciente, el alumno logra un mejoramiento físico, mental y espiritual a cualquier edad, sin importar demasiado la condición física en que se encuentre.
Qigong (ChiKung) se refiere generalmente a cualquier tipo de práctica o estudio relacionado con el Chi del ser humano, desde la aplicación de acupuntura o masaje a un paciente, por ej., hasta la práctica de ciertos tipos de ejercicios físicos, dirigidos principalmente a mejorar y preservar nuestra salud.
Como un tipo de gimnasia terapéutica que forma parte de la medicina tradicional china, se presume que el comienzo del ChiKung tuvo lugar con la aparición del <<I Ching>> (Libro de los cambios) antes del año 1122 a.C. Todo su entrenamiento se centraba en ser fieles a la naturaleza y en mejorar y conservar la salud.
Actualmente, se basa en una serie de ejercicios que trabajan tanto el desarrollo de la estructura física, como la conservación e incremento de la energía y el funcionamiento orgánico de nuestro cuerpo. Sus movimientos aumentan la flexibilidad de nuestra columna vertebral y de nuestros principales pares articulares, además de estimular la correcta función de los órganos internos.
Por otra parte, cabe recordar que el taoísmo y el budismo no sólo aportaron al pueblo chino una paz mental y espiritual que podría desvelar el misterio de la vida humana y su destino; también crearon la esperanza de que el desarrollo del Qigong proporcionaría a la persona una vida sana y feliz en la tierra y una vida espiritual y eterna después de su muerte. Es por ello que según la medicina china, para gozar de una salud verdaderamente buena hay que tener un cuerpo sano, una mente sana y, también, una circulación de Chi constante y equilibrada.