Habitando una forma en movimiento:
Atravesar el océano de la vida como un barco duradero..
Había una vez un monje llamado Yao Shan que había sido enseñado por el Maestro Chan Ma Tsu durante tres años. Un día, el Maestro lo probó preguntando:
- ¿Qué has obtenido recientemente a través de la mente?
- Oh, Maestro -respondió Yao Shan-, no hice todo lo que pude para comprender que sólo existía la Verdad.
- Veo que ya no necesitas estudiar más. Tu mente se ha unificado con el entorno externo. Desde ahora, puedes ir a la montaña para convertirte en Maestro de un templo -dijo el Maestro.
- ¡Oh Maestro! -protestó Yao Shan -,soy un monje ordinario, ¡no me atrevo!
- Escucha -dijo Ma Tsu -, no hay movimiento sin inmovilidad para siempre; no existe la inmovilidad eterna sin movimiento. Si luchas para obtener la ventaja, debes de ser guiado por la desventaja; al actuar, debes aceptar la inacción. Sé como un barco grande y duradero que va de una a otra orilla llevando gente y que nunca alcanza un puerto permanente.
Comentario: El movimiento sin inmovilidad
Estas dos clases de vidas por separado no son aceptables para los practicantes del Chan. Esta es la razón por la que el Maestro Ma Tsu animaba a Yao Shan a buscar la ventaja allí donde se encuentra la desventaja, y a actuar a través de la no acción. Hizo que el monje comprendiese la importancia de la inmovilidad al alcanzar la esencia del movimiento. Comprendiendo la esencia del movimiento, podía alcanzar el reino de la inmovilidad. Estas dos realidades están unidas en una sola..